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La Unión Soviética de Mijaíl Gorbachov


La cuarta sesión del seminario personajes para entender una época tuvo como protagonista La Unión Soviética de Mijaíl Gorbachov. La mesa coloquio estuvo formada por el Dr. D. Carlos Taibo, profesor de la Universidad Autónoma de Madrid, y el Dr. D. Julio Gil Pecharromán, profesor de la UNED. Los conferenciantes expusieron: la herencia con la que se encontró este importante personaje, las reformas que llevó a cabo y, por último, la desintegración de la URSS.

En cuanto a la primera, La existencia de la Unión Soviética marcó de manera decisiva lo que ocurrió en el siglo XX en todo el planeta. Tras setenta años de la creación de la Unión Soviética, se produjo una gran crisis dentro de la misma. En noviembre de 1982 moría Leónidas Breznev, el último gran representante de la burocracia del partido único y de la fuerte ortodoxia comunista. Los sucesores de Breznev fueron: Yuri Andropov que intentó hacer ciertas reformas para luchar contra la corrupción; y, tras su muerte, por un representante de la gerontocracia más conservadora del partido, Konstantin Chernienko, cuyo precario estado de salud apenas le permitió ocupar el poder durante unos meses. Por tanto, en 1985 la situación de indefinición política seguía en el mismo punto que hacía tres años. Este vacío político deterioró las condiciones socioeconómicas del país.

El acceso de Mijail Gorbachov tras la muerte de Konstantín Chernenko a la secretaría del Partido Comunista de la Unión Soviética (PCUS), en marzo de 1985, y, por tanto, máximo dirigente soviético, no supuso una inmediata transformación en el aspecto político o económico. Gorbachov era un reformista, no un demócrata. Su objetivo fue modernizar, flexibilizar y liberalizar un sistema que daba síntomas de parálisis, por lo que no quería ninguna transición del comunismo a la democracia. Sin embargo, el líder soviético se daría cuenta que no se podría avanzar sólo con las reformas económicas, por lo que abriría, dos años más tarde a las medidas económicas, una serie de reformas políticas.

En cuanto a la segunda cuestión, las reformas llevadas a cabo por Gorbachov, ambos ponentes estuvieron de acuerdo en que la línea reformista se basó en tres pilares: un nuevo pensamiento político del que derivó una nueva concepción del papel de la URSS en el mundo; una restructuración de todo el modelo productivo o perestroka; y una nueva política de transparencia e información o glasnost.

La nueva propuesta ideológica derivaba de la renuncia a seguir manteniendo la ficción de la paridad con el mundo capitalista y, en consecuencia, la aceptación de que la Unión Soviética no podía seguir el ritmo impuesto por Estados Unidos. Posteriormente, la URSS abriría las puertas a Occidente y firmaría acuerdos internacionales: por un lado, la firma de un acuerdo por los Estados Unidos y la Unión Soviética de supresión de armas nucleares de alcance intermedio; Por otro, el compromiso soviético de retirar el contingente militar presente en Afganistán en diciembre de 1987; y, por último, el anuncio de reducciones unilaterales de tropas y dispositivos en diciembre de 1988. Todos estos acontecimientos se desarrollaron a la vez que la crisis económica se acentuaba, y en el que surgían nuevas fuerzas políticas diferentes del PCUS.

En cuanto a las reformas económicas, era evidente la necesidad de introducir profundos cambios en el funcionamiento del sistema. Las reformas se orientaron en varias direcciones: por un lado, la apertura y liberalización de la economía, incluyendo reformas en las empresas públicas y una ley de cooperativas que introducía la gestión privada en algunos espacios; Por otro lado, la asunción de determinados mecanismos de mercado, en especial instrumentos de competencia. Sin embargo, estas medidas liberalizadoras mostraron pronto sus limitaciones ya que operaban en un marco institucional demasiado rígido para que pudieran surtir efecto. Por eso, a partir de 1987 Gorbachov aceptaba que no era posible introducir un mecanismo de liberalización económica sin asumir un cierto grado de liberalización del sistema político. Esta orientación dio lugar a la llamada glasnost.

La glasnost era un requisito necesario para que la política de reforma fuera creíble. Este término se traduce como trasparencia y supuso la posibilidad de disfrutar de unas condiciones inéditas de libertad. La glasnost supuso la aparición de conceptos como libertad individual, libertad de expresión o libertad religiosa, antes impensables dentro del país comunista. La ley de Asociaciones publicada en 1990, supuso la renuncia del PCUS a ejercer su papel de partido único.

Por último, Carlos Taibo y Julio Gil Pecharrmán hablaron sobre la difícil cohesión de las repúblicas soviéticas. Los fuertes desequilibrios entre ellas habían hecho surgir los sentimientos nacionalistas, cuestión que trató de solucionar mediante el Tratado de la Unión, firmado por la mayoría de las repúblicas. Sin embargo, miembros del partido comunista, en contra de las medidas impuestas por Gorbachov, aprovecharon las vacaciones de éste en Crimea para realizar un golpe de estado, fallido, que más adelante iba a significar el final de la Unión Soviética.

Así, terminaba el intento de reforma impuesto por Gorbachov durante 1985 y 1991, con la imposibilidad de mejorar la situación en la Unión Soviética. Como resultado se obtuvo la disolución de la URSS, que se desintegró en 15 repúblicas. Más adelante, en las primeras elecciones para la presidencia de la nueva Federación de Rusia fue elegido Boris Yeltsin, que ocuparía dicho cargo entre 1991 y 1999.

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