LIBERTARIOS
La quinta, y última, sesión del seminario, El laberinto político español, tuvo como protagonistas a los Libertarios. El alcalde del Real Sitio, Samuel Alonso, intervino para clausurar las conferencias de este año atípico. La mesa coloquio estuvo formada por los ya conocidos Ángel Herrerín, Catedrático de la UNED, y Susana Sueiro, también catedrática de la UNED. La sesión fue moderada por Eduardo Juárez, profesor de la Universidad Carlos III.
En primer lugar, los conferenciantes expusieron el significado de ser libertario. Por un lado, Susana Sueiro destacó que los conceptos anarquista y libertario son sinónimos. Primeramente surgiría el anarquismo, que definió como una cultura política, donde conviven ideas, emociones, valores compartidos…El concepto libertario surgiría posteriormente, finales del siglo XIX y principios del XX, para evitar la represión. Por otro lado, Ángel Herrerín definió anarquismo como un movimiento revolucionario. Este movimiento lo que buscaba era un cambio de estructuras totales de la sociedad, es decir, unos cambios políticos, económicos, sociales, y culturales. Además, destaca dos características diferenciadoras con otros movimientos: la primera, quería la destrucción del Estado, a diferencia del comunismo, los anarquistas querían acabar con él desde el principio; la segunda, en lo que respecta a las clases sociales, mientras que el comunismo está pensando en la existencia de sólo una clase social, el proletariado, el anarquismo busca liberar a la humanidad. Es decir, un cambio integral, no sólo de la sociedad, sino también de la persona.
En segundo lugar, los ponentes hablaron de la llegada de la Primera Internacional y de la gran acogida que tuvo las ideas libertarias en España. Con respecto a la Primera cuestión, la Internacional, ambos conferenciantes señalaron la figura de Giuseppe Fanelli, que se había unido a la Asociación Internacional de Trabajadores, donde formó parte del ala libertaria. Viajó a España en un viaje concertado por Bakunin para difundir las ideas anarquistas. Los primeros adeptos al movimiento anarquista fueron republicanos. Uno de ellos, Fermín Salvochea y Álvarez, el cual fue uno de los principales defensores del pensamiento libertario dentro de nuestras fronteras. En cuanto a la segunda cuestión, el triunfo de las ideas anarquistas en España, el catedrático Herrerín señaló las circunstancias especiales del país como las principales causantes. Mientras que en Europa la democracia avanzaba continuamente durante el siglo XX, en España no existe ese salto a un régimen democrático. Un hecho que demuestra todo esto sería la presencia socialista en los diferentes países, es decir, mientras que en Alemania hay cien diputados socialistas, aquí el primer diputado fue Pablo Iglesias en 1910.
En tercer lugar, el moderador, Eduardo Juárez, expuso la dificultad de hablar sobre anarquismo y no decir nada de la violencia política, muy unido en nuestras mentes. Ambos conferenciantes estuvieron de acuerdo en que el anarquismo es muy amplio, una minoría buscó dicha violencia. En este punto se hizo hincapié en la propaganda por el hecho. Ésta era una estrategia de propaganda anarquista basada en el supuesto de que el impacto de una acción genera más repercusiones, obtiene más relevancia y, por tanto, es mucho más eficaz que la simple palabra. Sin embargo, esto no supone la utilización de la violencia, un ejemplo de esta propaganda por el hecho sería no bautizar a tu hijo, o no pagar el alquiler… Sin embargo, a veces, se escogió el camino de la violencia. A finales del siglo XIX y principios del XX se asesinó a una serie de personajes que eclipsaría todo lo demás: Sadi Carnot, presidente de la república francesa; Isabel de Babiera (Sisí Emperatriz), reina consorte de Hungría y emperatriz de Austria; Antonio Cánovas del Castillo, presidente del gobierno de España; Humberto I, rey de Italia; o Mckinley, presidente de los EEUU. Esta violencia buscaba: por un lado, cierto simbolismo, pues se elegía un personaje que fuera relevante dentro de las instituciones de un país; y, por otro lado, venganza. Por ejemplo, en el asesinato de Humberto I, el anarquista, Gaetano Bresci, viajó desde New Jersey, donde trabajaba, a Italia para acometer el regicidio, debido a que en una manifestación de Milán las fuerzas del estado mataron a 80 personas.
En cuarto lugar, se expuso las bases de la CNT y el anarcosindicalismo. El movimiento anarcosindicalista no es otro que un sindicato que tiene una serie de principios asociados al anarquismo: el antiestatismo, antiparlamentarismo, son federalistas y, por último, la acción directa. Todo esto sería la base del anarcosindicalismo y de la CNT. Además, esta organización se asienta sobre todo en lo que se denomina sindicalismo revolucionario. Este sindicalismo fue un movimiento que surgió en el congreso de la Confederación General del Trabajo de Francia, celebrado en la ciudad de Amiens en 1906, donde se redactó la Carta de Amiens. Ésta señalaba la importancia del sindicato en la función revolucionaria. Así, cuando se alcanzara dicha revolución, el sindicato es el que se ocuparía de la organización de todos los aspectos. Con esto se llegaría a la formación del hombre, y por tanto se habría conseguido llegar a la anarquía. Además en este congreso se afirmó la independencia de acción de los sindicatos respecto a los partidos políticos, es decir, apartidismo.
Por último, cómo en todas las conferencias de este año, se habló de la poca repercusión del anarquismo que ha llegado a nuestros días y sus motivos. Aquí, los historiadores señalaron la aparición del Estado del Bienestar en la mitad del siglo XX como principal consecuencia. Ahora será el estado el que proporcione la educación, ayuda a los parados, la sanidad…, mientras que la ideología anarquista busca la destrucción del estado. Con dicho cambio, los libertarios no variaron el mensaje, por lo que la sociedad de 1960 ya no tenía nada que ver con la de principios de siglo, haciendo desaparecer la relevancia que había tenido durante finales del siglo XIX y principios del XX.
Commentaires